El aroma comienza con una combinación de rico cuero envuelto en humo de tabaco, solo para cambiar rápidamente a notas crujientes y picantes de ginebra con una fresca rodaja de limón; esto se siente como el momento en que abres la puerta de una habitación donde una bocanada de aire helado proviene de la oscuridad, tan espesa como el alquitrán. Aquí tienes que confiar en otros sentidos además de la vista. Una música vibrante y dinámica llena el aire a lo lejos. Ella te lleva a través del laberinto de pasillos, aumenta tu emoción y justo cuando esperas ver una sala inundada de luces, de repente aparece un océano ante tus ojos. El olor del agua, las bocanadas de humo seco de las hogueras en las playas provocan una explosión de euforia, ¡una sensación de vértigo! Te dejas llevar por una multitud que celebra la vida, te pierdes en su energía. El aroma cobra fuerza, se eleva como una ola, te atrapa y te lanza a la arena entre trozos de ámbar, donde te esperan unos labios dulces con aroma a vainilla. Seductor, embriagador, adictivo... sólo tienes que encontrarlo en la oscuridad.